Esta yegua se provocó la herida por un fuerte traumatismo, produciéndose rotura de músculo subcutáneo y piel.
Se procedió al cierre primario en varias capas y pese a la tensión de la zona y dificultades para los vendajes, la herida iba progresando sin problemas de dehiscencia de sutura mientras se estuvo realizando el seguimiento. Una mañana apareció muerta tras un cólico que sufrió durante la noche.